El siguiente vídeo es una prueba que un usuario alemán le hace a ciertas armas detonadoras, para intentar probar la resistencia de los materiales con los que están fabricadas. En este caso le ha tocado a una pistola detonadora fabricada en Turquía: la ZORAKI 914. La prueba, o tortura, a la que son sometidas dichas armas detonadoras consiste en disparar 1.000 cartuchos seguidos, prácticamente sin descanso, para comprobar si llegan al final de la prueba y, si es así, en qué condiciones llegan.
El autor de la prueba, Hubert, consigue las armas detonadoras junto con su munición a través de vías directas que hacen que el precio venga con un descuento importante. En el sótano de su casa tiene preparada una sala de tortura que es donde se realizan las pruebas, y los disparos se realizan dentro de una caja preparada a tal efecto.
En el caso que nos ocupa: la ZORAKI 914, la prueba ha sido superada con éxito. Y el único defecto que se ha podido encontrar al final de los 1.000 disparos ha sido la pieza de bloqueo de la corredera, que ha salido un poco perjudicada.
Hay otras piezas internas de la corredera que, lógicamente, se han desgastado en parte, pero siguen cumpliendo perfectamente su cometido.
Podemos decir que la ZORAKI 914 es una pistola detonadora con una construcción muy robusta y cuya relación calidad/precio es excelente, sin nada que envidiar a las marcas alemanas.
La Zoraki inmediatamente después de la prueba
El bloqueo de la corredera dañado
La Zoraki después de la tortura una vez limpia y engrasada
Vídeo de la prueba de los 1.000 disparos
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